Todas las personas desean tener una dentadura brillante y blanca, por eso, existen diferentes tratamientos odontológicos que nos ayudan a conseguir esa sonrisa soñada.
Un blanqueamiento dental permite obtener esos resultados siendo un procedimiento principalmente estético y muy cotizado hoy en día.
El blanqueamiento dental profesional es un procedimiento odontológico que consiste en eliminar las manchas de los dientes para mejorar su apariencia. Es un procedimiento que siempre debe ser realizado y vigilado por dentistas bien capacitados en el uso de agentes blanqueadores.
Para realizar este procedimiento, se requiere de diversos instrumentos como jeringas, materiales para el gel bucal o pasta dental blanqueadora, resultados de los exámenes bucales, molde para la férula, entre otros.
Así mismo la consulta previa al tratamiento es de vital importancia, tanto para el paciente como para que el odontólogo conozca el historial de su boca, posibles tratamientos pasados o enfermedades.
Manchas en la placa dental
Las manchas se pueden dividir en externas e internas, y son aquellas que pueden perjudicar los dientes no solo en la estética, sino en su durabilidad.
Una limpieza profunda que realice un especialista en higiene dental debe poder eliminar las placas de sarro y las manchas dentales externas. Muchas de estas manchas son causadas por alimentos como la remolacha, algunas bayas, o la mostaza.
Incluso las bebidas pueden manchar los dientes y comprometer la placa dental.
El vino tinto, el café y los tés son bebidas que producen manchas en los dientes y pueden producir desde caries hasta enfermedades bucales más serias, especialmente cuando son de consumo constante.
Para las manchas internas es necesario realizar un blanqueamiento dental profundo y meticuloso.
El tratamiento recomendado por el dentista será acorde a los resultados del remanente dental, el tipo de mancha, y su grado de extensión.
En el peor de los casos, se debe modificar la forma de los dientes y no servirá una férula mientras el tratamiento se efectúa.
Tipos de blanqueamiento dental profesional
Previo al tratamiento de blanqueamiento dental, se debe realizar una consulta con el odontólogo. Esta persona debe valorar la tonalidad de los dientes, elaborar un mapa de las zonas afectadas y conocer el tipo de mancha al que se enfrentará.
Con ello viene incluido la revisión dental básica para determinar si existen caries, placas de sarro u otro problema bucal.
Blanqueamiento dental en clínica
Este es el procedimiento estándar donde el uso de productos blanqueadores viene de la mano de un odontólogo cualificado en su propia clínica.
También se le conoce a este tratamiento como blanqueamiento por fotoactivación, debido al uso de la luz LED.
Durante las próximas 72 horas posteriores al tratamiento, el paciente no deberá probar ninguna sustancia que perjudique o tiña sus dientes. Además, deberá seguir al pie de la letra las indicaciones del odontólogo para no perjudicar el trabajo realizado y mantener una dentadura blanca.
Blanqueamiento dental con láser
Es uno de los métodos más rápidos y eficaz para blanquear los dientes. Se realiza en una clínica especializada en dicho tratamiento, ya que requiere el uso de un láser para activar el peróxido de la pasta dental blanqueadora.
Para que el blanqueamiento dental funcione, la luz del láser deberá penetrar en el esmalte activando la pasta y blanqueando de forma casi instantánea los dientes.
Es un procedimiento distinto que usar las luces LED debido a la forma en que los fotones de luz se mueven. Con el láser se crea una luz concentrada que tiene la misma longitud de onda, mientras en la luz LED hay una sola frecuencia que la vuelve difusa.
No obstante, este blanqueamiento dental tiene una debilidad, la cual es la durabilidad de su blanqueado. Este puede desaparecer en poco tiempo, especialmente si no se cuida, e incluso puede dañar los nervios dentarios.
Empleo de carillas estéticas
Para mejorar aún más la apariencia bucal están las carillas estéticas, las cuales son una fina lámina colocada por encima de la zona visible de uno o varios dientes.
Este procedimiento, a diferencia del blanqueamiento dental, no posee ningún riesgo mayor y mantiene las apariencias de los dientes, es decir, es un procedimiento netamente estético.
Se busca mejorar la sonrisa de la persona, modificar su color o la forma del diente involucrado. También es uno de los procedimientos con mayor durabilidad, teniendo que realizar cambios de carillas estéticas cada 10 años.
En primera instancia se debe consultar con un odontólogo la posibilidad de hacer dichas carillas, o si el blanqueamiento dental es la mejor solución. En una primera cita odontológica se revisan las posiciones de los dientes, posibles placas de sarro, y caries.
Una vez que se ha colocado la carilla, se deberá cuidar de igual forma que los demás dientes. Las primeras 72 horas el paciente no podrá ingerir comidas o bebidas que manchen la capa o produzcan movimiento de la misma.
Incluso se considera como una solución viable cuando los dientes del paciente tienen alguna alteración de nacimiento, lo cual no puede arreglar un blanqueamiento dental. De esa forma se mejora la estética al tener unos dientes con carillas más blancas y firmes.
Riesgos y recomendaciones
Como todo tratamiento médico, el blanqueamiento dental conlleva algunos riesgos que deben ser informados y evaluados por un profesional de la odontología. Por lo que, nuestra principal recomendación es que el paciente acuda a la consulta con su especialista de confianza.
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